domingo, 5 de septiembre de 2010

Por una guacharaca

Viernes 8 de Febrero de 2008

AMALIO (MAYITO) SOLANO

Esta es una historia acaecida en el pueblo de Irapa en 1997, cuando por las calles solitarias sólo se podía sentir la fresca brisa que llegaba del Jagüey, y del mar se podía escuchar la algarabía de las olas cuando llegaban a abrazar la arena. Era de madrugada y posiblemente Aura dormía plácidamente cuando, según ella, se despertó por la bulla de una guacharaca.

Dos hermanos músicos de unos 16 y 18 años venían de amenizar un baile en el campo. Ya era la una cuando llegaron a Irapa y caminaban rumbo a su casa por la calle Lara, cuando vieron a una guacharaca que andaba por la acera. Julio trató de agarrarla y el animal corrió armando tremendo escándalo. Su hermano Mayito le decía que la dejara y él la correteó hasta alcanzarla.

Al aparecerse con esa guacharaca en casa de su mamá Guillermina, enseguida le dijo que cuando amaneciera preguntaran de quién era ese animal. Esta mujer jamás permitía que sus hijos llevaran algo que se encontraran en la calle.

Cuando amaneció y los hermanos estaban por salir con la guacharaca a preguntar de quién era, se apareció Aura Fuente de manera grotesca reclamando su animal y llamando ladrones a los hermanos. Esto hizo que Guillermina se molestara y le reclamara su actitud diciéndole: “No te permito que llames a mis hijos ladrones”.

Guillermina o “Guillo” como también se le conoce, le preguntó a los muchachos junto a Aura cómo encontraron al animal y Julio, el menor de los hermanos, le explicó: “Esa guacharaca estaba en la acera y yo corrí a agarrarla”. Pero la mujer que había llegado con el escándalo dijo: “Ah, pero a mí me dijeron que ustedes se habían metido en el patio”.

Los muchachos se quedaron sorprendidos y después de un silencio, entre ellos, Mayito ratificó lo que había dicho su hermano: Bueno Aura -dijo la mamá de los jóvenes- ya ellos te dijeron cómo encontraron la guacharaca. Lo que te pido es que no me los trates de ladrones. Y salió Guillermina a buscar el animal que estaba en el pequeño jardín que aun queda en la casa.

“Guillo” se la entregó y Aura Fuente se fue. Ella no dejó de decir que se la habían robado. Esto nadie se lo creyó, porque la gente sabía como “Guillo” había criado a sus hijos. Al pasar el tiempo Julio fue novio de Mary, hija de Aura, quien nunca estuvo de acuerdo con esa relación amorosa, pero seguían con su noviazgo.

La mamá de Mary se la pasaba peleándola para que lo dejara y "echándole peste" a los hermanos hasta que un día llegó a oídos de Claudia, tía de los muchachos, y le reclamó el por qué hablaba mal de sus sobrinos y comenzaron a discutir. Después de decirse palabras subidas de tono, Claudia le dijo: “El que tenga su gallina suelta que la amarre”.

Aura dio media vuelta y se marchó. La tía de Julio sabía lo que pasaba más allá de un noviazgo, pero la mamá de Mary no llegó a enterarse y si lo sabía, se hacía la loca.

Después de tantos años me pregunto: ¿Sería que esa señora o alguien vio cuando Julio agarró al animal? ¿Por qué esa señora se llenó de pecado acusando de ladrones a unos muchachos que sólo se dedicaban a estudiar, hacer deporte, a pintar y a ejecutar la música? ¿Por qué los acusó diciendo que entraron a su casa siendo mentira? ¿Y por dónde iban a entrar, si esa casa es tan alta como las demás y tan pegadas unas de las otras.

A Aura le faltó decir que entraron por la puerta principal que estaba cerrada. Y en tal caso que ellos hubieran entrado hasta el patio como lo aseguró; al animal hacer bulla ¿no se iba a levantar el marido, ella o los hijos para ver quien estaba dentro de su casa? Bueno, “Así son las cosas”.

Mi hermano y yo fuimos los protagonistas de este relato que hoy escribo, y digo que para aquellos años nunca creí que una señora y a quien lógicamente respetábamos como a toda persona mayor, fuera tan mentirosa. Ojalá Dios la haya perdonado.

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