El Caminante Moncayo

Viernes 1 de Febrero de 2008
AMALIO (MAYITO) SOLANO

Con una cadena alrededor de su cuello, sus manos encadenadas, un bastón de mando y un bolso pendiendo de su hombro izquierdo, anduvo caminando el profesor Gustavo Moncayo, por diferentes calles de los pueblos y ciudades de Venezuela, sintiendo junto a su hija y acompañantes los rayos del sol quemarles la piel.

Su pelo negro se está tornando blanco, mientras sus bigotes y barba ya tienen la blancura visible de su esperanza, de que pronto acabará el sufrimiento que le produce el tener a un hijo secuestrado por la guerrilla en la selva colombiana.

El profesor Gustavo es un hombre de mediana estatura que ha venido realizando caminatas por varios países desde que su hijo Pablo Emilio, fuera secuestrado por las Farc, el 21 de diciembre de 1997, cuando atacaron el destacamento del ejército colombiano en el Cerro de Patasco, en el departamento de Nariño.

Aquel día del ataque al puesto militar, la guerrilla mató a 10 efectivos, cinco quedaron heridos y 18 fueron secuestrados. El hijo del profesor tenía 18 años y estaba recién ascendido a cabo segundo.

En la entrevista que le concedió Moncayo al periodista Jorge Chávez Morales, del diario Últimas Noticias del día domingo 13 de enero del 2008, le contó que desde entonces le pidió ayuda al gobierno de Uribe y sólo encontró “una pared enorme y fría de indiferencia y de silencio oficial”.

Al no tener respuesta a su petición, le surgió la idea de realizar la caminata para que el mundo supiera por la situación en que estaba pasando él, su familia y los demás familiares de los otros rehenes.

Hubo un momento en el que el gobierno le exigió recoger dos millones de firmas para respaldar la solicitud y el profesor Moncayo logró recabar por diferentes pueblos y ciudades de Colombia más de lo solicitado, pero el gobierno le salió con que debían estar avaladas por el Registrador y figurar en un formato único. Él consideró que eso era una burla y se negó a recoger nuevamente las firmas.

El caminante Moncayo inició su periplo el 17 de junio del 2007 en la ciudad de Sandoná, donde tiene su familia y recorrió 1.138 Kilómetros hasta llegar el 2 de agosto a Bogotá. Pasó por las ciudades de Popayán, Cali, Armenia, Ibagué, Tolima y Girardó, entre otros pueblos.

En Europa recorrió 400 kilómetros por varias ciudades, desde su llegada, el 14 de septiembre. Fue nombrado Alcalde Honorífico en cuatro ciudades francesas, luego visitó España. En Roma se reunió con el Papa Benedicto XVI y retornó a su país el 15 de noviembre. Cuatro días después, el profesor decidió emprender una caminata con su hija Yuri Tatiana de 20 años, quien lo ha acompañado en su recorrido por los países que ha visitado.

Llegó a Venezuela el día 29 de diciembre por el estado Barinas. Fue recibido con gran entusiasmo en la Plaza del Estudiante por el gobernador Hugo de los Reyes Frías y habitantes locales. Luego pasó por Táchira, Portuguesa, Cojedes, Carabobo, Aragua y Miranda para llegar finalmente a Caracas donde se entrevistó con el presidente Hugo Chávez, el 17 de enero del 2008.

El profesor fue recibido en cada estado por el alcalde o gobernador y un nutrido grupo de compatriotas que lo acompañaron en sus largas caminatas. Sólo en el estado Portuguesa, unos incompresibles habitantes con sangre de gallina en sus venas y un corazón de piedra, se les ocurrió gritarles “eres un loco, eres un loco”.

En la entrevista dada al periodista, el visitante recordó el episodio y dijo: “Si estoy loco, pero de amor por la vida, por mi familia y por la paz de mi país”.

Y con su charango, zampoña, quena y guitarra, el caminante Moncayo recorrió las calles cantando, dando entrevistas a los medios de comunicación y dialogando con los habitantes de los pueblos y ciudades de nuestra querida patria. Así anduvo, buscando apoyo para la liberación de su hijo y de los otros rehenes en poder de las Farc.

Profesor: que tus caminatas y plegarias sirvan para la liberación de todos los que sufren en el vientre de la selva, que sirvan para el intercambio humanitario y regrese la paz a todos los colombianos. Dios está contigo Moncayo y nosotros también.