domingo, 5 de septiembre de 2010

¿Culpable Urbina o el General?

AMALIO (MAYITO) SOLANO
Viernes 18 de Julio de 2008

En el año 1983, apareció el libro “Habla el General” del periodista Agustín Blanco Muñoz, quien se trasladó hasta España para entrevistar al ex presidente y dictador de Venezuela, General Marcos Pérez Jiménez. Desde la página 111 hasta la 116 hay un diálogo referente a la muerte del Teniente Coronel Carlos Delgado Chalbaud.

El ex presidente manifestó a Agustin que con la muerte de Delgado, él había sido el más perjudicado porque consideraba también perjudicadas la institución armada y la nación venezolana.

Con la desaparición de Delgado Chalbaud , Pérez Jiménez quiso quedarse dentro de las Fuerzas Armadas para desarrollar “una labor de perfeccionamiento de la institución”.

Según sus palabras, la muerte de Chalbaud lo obligó a tener que intervenir más en las cuestiones del gobierno dejando a un lado lo que se había propuesto.
Marcos Pérez Jiménez aseguró que la muerte del militar no lo benefició, y que sí había beneficiado a Rafael Simón Urbina, quien fue su ejecutor. También dijo que no llegó a la Presidencia de Venezuela por la desaparición de Chalbaud.

La intención de Urbina no era matarlo sino secuestrarlo pero a Domingo Urbina se le fue un tiro hiriendo a su tío Rafael en el tobillo y éste montado en cólera y sangrando, desenfundó su arma y le disparó a Delgado, causándole la muerte.

En la entrevista, el General se preguntó “¿qué beneficio percibía yo?, ¿Acaso fui directamente a la Presidencia a la muerte de Delgado?, ¿A quién pretendía beneficiar su muerte?

Después dijo que quien se benefició fue Suárez Flamerich quien ocupó el cargo (en la Junta de Gobierno) y que de esto él no sabía nada; como también pudo beneficiarse Gabaldón a quien se le llamó para presidir la Junta de Gobierno.

Después de la muerte de Delgado, Rafael Urbina se había refugiado en la Embajada de Nicaragua y desde allí le envió un papel a Marcos Pérez Jiménez. Dijo el General que a ese “papelito” le habían dado una importancia que no tenía y que le había dicho a la Embajada que si no le entregaban a Urbina, se meterían a sacarlo porque estando allí sería capaz de muchas cosas y podía haber tiros.

En aquel “papelito” Urbina le dice: “Esto lo he hecho por usted, yo siempre he querido…”. Pérez Jiménez se molestó porque no había tenido esa confianza con él, y si una vez hablaron fue en la oficina cuando el General era Jefe del Estado Mayor. Ellos se habían conocido por medio de Delgado Chalbaud quien tenía su oficina cerca y era a quien Rafael Simón Urbina visitaba.

Aquel día de la visita, el General Marcos Pérez Jiménez contó que Urbina le fue a dar instrucciones de lo que debía hacer y el le respondió que ellos sabían lo que estaban haciendo y que no le reconocía autoridad para que le dijera lo que tenía qué hacer y lo sacó de su despacho.

Ahora, ¿por qué la esposa del teniente Coronel Chalbaud sostuvo que Marcos Pérez Jiménez fue el autor del asesinato? Él siempre negó lo que ella dijo y que a él no lo llamaron a declarar; en cambio, sí le hizo preguntas “fuertes y sin tortura” a Domingo Urbina que se encontraba borracho “y nada claro se le pudo sacar”. Luego lo entregó a los tribunales.

¿Era necesaria la muerte de Rafael Simón Urbina?

Para Marcos Pérez sí lo era, porque según él, éste señor trató de tener actitudes como las que había tenido a lo largo de toda su vida y trató en todo momento de jugársela a pesar de tener una herida bastante fea, que le causó Domingo Urbina.

El periodista Agustín Blanco le hace saber que hay una versión de que el mando militar tomó la decisión de matar a (Rafael) Urbina. Pérez Jiménez le respondió que él no sabía, pero la cuestión es que a Urbina se le liquidó. Era un tipo agresivo y violento.

Para el ex presidente de Venezuela, matar a Urbina no fue un error político porque si no hubiera muerto, en el momento que cayó el gobierno, lo hubieran puesto en libertad quedando impune de un asesinato y habría huido como lo hizo Domingo Urbina.

¿Culpable Urbina o el General?

La esposa de Chalbaud acusó al General y éste a Rafael Simón Urbina, diciendo: “Si él vivió matando gente a mansalva, no podía morir en la cama con los santos óleos”.

Las palabras en el “papelito” quedaron en puntos suspensivos y de su contenido completo no se escribió en el libro.

Cabe destacar que el General gobernó la patria desde 1948 siendo derrocado por una rebelión cívico militar el 23 de enero de 1958, huyendo en la madrugada hacia la República Dominicana. En 1963, el gobierno de Rómulo Betancourt lo extradita y fue sentenciado a cuatro años de cárcel por el delito de peculado y malversación de fondos. Al salir de la prisión, se residenció en Madrid-España donde murió el 21 de septiembre de 2001 a causa de un paro respiratorio. Tenía 86 años.

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