miércoles, 8 de septiembre de 2010

El beso

Viernes 28 de Diciembre de 2007

AMALIO (MAYITO) SOLANO

El beso es algo tan hermoso que cuando se da, se siente la emoción y la alegría de haber dado o recibido un beso. También se puede sentir en un momento de tristeza, de melancolía o de dulces y amargos ensueños.

En la Roma del ayer, el beso se daba entre las personas aristocráticas, pero con el transcurrir de los años se fue popularizando que en tiempos del emperador Domiciano, las personas se besaban a tal extremo que Marco Valerio Marcial (poeta hispano español), se llegó a quejar expresando lo siguiente: “En España no hay manera de escapar a los besuqueos de la gente”.

En el libro “Cantar de los Cantares” de la Santa Biblia, se habla de una muchacha que suspiraba por un beso de amor. Y Juan Antonio Monroy, en su libro “Obras Completas” tomo VI capítulo XI, describe los diferentes besos de los que se habla en la Biblia, y de aquel beso que Jacob le dio a Raquel no estando casados. El primer beso de amor.

El beso lo da el sacerdote a la estola y al mantel sobre el altar cuando va a celebrar la eucaristía y al libro que contiene la palabra de Dios. Así como también se deja dar un beso.

El beso para un poeta puede ser la inspiración, su musa para describir lo que ve o lo que siente al besar y ser besado. Para la mujer puede ser lo más sublime, que al ser besada cierra sus ojos y puede verse navegando sobre las olas del mar o caminando sobre las nubes blancas, que no quisiera dejar de ser besada porque siente que alcanza el cielo.

Con un beso en la mano nació el amor y con un beso se llenaron de lágrimas los ojos del novio cuando tuvo que despedir a su novia para no verla más.

Escribiendo sobre este tema, de pronto vino a mi mente aquel poema de autor anónimo titulado ¿Sabes que es el beso?. Lo transcribo para usted.

El beso es comunión de labios
que olvidando los agravios,
la maldad y la traición,
arrancan del corazón
con fuerza avasalladora,
todo el amor que atesora,
y deja su marca de fuego
en la mujer que se adora.


Besa el niño y hasta el “viejo” besa,
hay quien besa por sorpresa
para verter su veneno.
Besa de coraje lleno,
la cruz de su facón,
el malevo compadrón
que vive entre celos y dudas,
lo mismo que besó Judas
encubando una traición.

Besa el pobre, hasta el rico besa,
él, que una moneda dejó,
al que su mano tendió
sin el beso no se queda
la moneda que arrojó.

Juzgo el beso a mi manera,
aunque a muchos mal le cuadre
no hay beso con más Amor,
que el que se da con Dolor
al cadáver de una madre.

El beso puede ser de amor, paternal, maternal, pintoresco, motivador, provocador, traicionero, asesino, de bienvenida y tierno como para dormir al ser amado y luego despertarlo.

Según el Kamasutra hay beso ladeado, inclinado, directo, palpitante, de contacto, simple, rápido, lento, y suave como para encender la llama de amor.

Existe el beso que mata, que revive, que seduce; el beso de amistad, el familiar y el que se da cuando las campanas de la iglesia anuncian la llegada de un Año Nuevo y en medio de la algarabía nos abrazamos y besamos.

Apreciados lectores y lectoras, reciban de mi parte un Próspero, Venturoso y Feliz Año 2008.

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