domingo, 5 de septiembre de 2010

¿Otro Taxista Violador?

Viernes 6 de Junio de 2008

AMALIO (MAYITO) SOLANO

Hace tres años que en Ciudad Guayana se presentó una ola de violaciones en mujeres que solicitaban el servicio de taxi para trasladarse a sus hogares, a sus trabajos, a los diferentes institutos de estudios y universidades.

Entonces se creyó que eran varios los taxistas que cometían este tipo de delito, pero las autoridades al dar con el paradero de “el taxista violador”, se supo que era el mismo por las descripciones que dieron las 12 mujeres que sufrieron en carne propia las aberraciones sexuales de ese “trabajador del volante” que ofrecía su servicio público.

Ahora se presenta el caso de una trabajadora y estudiante de 21 años de edad que estando una mañana parada en la avenida principal de Unare II de Puerto Ordaz, se desesperó al ver que no pasaba un microbús para dirigirse a su trabajo. Su reloj marcaba las 7 con 45 minutos y se le hacía tarde. La joven decidió estirar el brazo para hacerle señas con su mano a un taxista y solicitarle una carrerita hasta Alta Vista.

Cuando el vehículo se estacionó frente a ella y después que conversó con el conductor llegando a un acuerdo en el precio, la joven se subió al carro. Diez bolívares fuertes le estaba cobrando. Todo iba bien y la conversación rea normal. Pero cuando el chofer se desvió tomando otro rumbo ella le preguntó “¿Hacia dónde se dirige?”

El taxista le respondió sin mostrar ningún nerviosismo que lo pudiera delatar “Voy a agarrar a otro camino para evitar caer en el tráfico que se forma a esta hora”. Y con ella fue a parar a un callejón sin solitario del sector Caura. Allí el aberrado sexual cerró las puertas del carro y se pasó para el asiento de atrás donde iba la muchacha.

El hombre como lobo furiosos atacó y tocándoles sus partes íntimas quiso dar riendas sueltas a sus bajos instintos, pero la joven haciendo un esfuerzo sobre natural trató de soltársele y al no lograrlo optó por arañarle la cara. Como ella pudo, abrió la puerta para escapar; pero el hombre molesto por lo que le hizo la agarró por el pantalón y le ordenó que entrara. En ese forcejeo la muchacha se le soltó y salió corriendo en busca de ayuda.

El nombre de la valiente estudiante que denunció al taxista por querer violarla, no fue revelado por razones obvias. Pero al ser entrevistada por la periodista Diogelis Pocaterra del diario “Nueva Prensa de Guayana”, lo describió como “Un hombre de buena presencia, se veía una persona aseada, normal, decente” y agregó que podía tener aproximadamente 30 años de edad.

También dijo que era de contextura gruesa, piel blanca, ojos color marrón oscuro y llevaba puesto una chemise blanca con rayas azules y blue jean. Su carro es un fiat, modelo Palio color gris. Acotó la joven.

Que bien hizo esta trabajadora y estudiante al tomar la decisión de ir a un medio de comunicación para dar a conocer lo que aquella mañana del día jueves 22 de mayo de 2008 le había sucedido. Casos como este no deben dejar de denunciarse. Mujeres, denuncien los maltratos y abusos sexuales.

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