viernes, 18 de junio de 2010

La poesía es como el ave

Publicado
Viernes 9 de Abril de 2010
AMALIO (MAYITO) SOLANO

El pasado 21 de marzo de 2010 se cumplieron nueve años de que la Unesco propusiera celebrar cada año el Día Mundial de la Poesía. Un reconocimiento a la palabra poética que muy bien lo merecían los poetas del mundo.

El comunicado de la Unesco fue el siguiente: “Es evidente que una acción mundial a favor de la poesía daría un reconocimiento y un impulso nuevo a los movimientos poético nacionales, regionales e internacionales. Esta acción debería tener como objetivo principal sostener la diversidad de los idiomas a través de la expresión poética y dar a los que están amenazados la posibilidad de expresarse en sus comunidades respectivas”.

Una semana antes de la fecha, recibí una invitación a través de mi correo electrónico, para asistir a la celebración del II Festival “Día Mundial de la Poesía” que se llevó a cabo en Caracas del 15 al 20. Invitación hecha por la Sociedad de Poetas “Andrés Eloy Blanco”, dirigida por el Poeta, Rey D´Linares. Aquel día me sentí contento con la invitación.

Eso me motivó para escribir este artículo recordando la tarde cuando reunidos con mis compañeros de estudios, me preguntó una compañera: “¿Qué es para ti la poesía?”. Y le respondí que para mí la poesía era ella que me inspiraba para escribirla, que era la expresión del poeta en cuanto a su sentir, su alegría y su tristeza plasmada en la inocente hoja de papel. Ahora con motivo de esta celebración seleccioné dos poesías de dos poetas y un soneto de una poeta, para hablar de sus inspiraciones.

En el caso del poeta cumanés Andrés Eloy Blanco y su poesía titulada “La que no Vuelve”. Él no menciona el nombre de la musa que lo inspiró. Dice que “Ella fue el alma de sus viejos cantos, que la sentía tan cerca de sus penas; que su pasión y los versos también fueron santos”. Pero se ve que a esa dama no le importó las palabras del poeta que él las consideraba “buenas”.

Ella no lo consideró así o tal vez sí.La vida de sus quebrantos como poeta, era serena como lo era su campiña, donde nada podía encontrarse, pero sus venas les avisaban que algo brotaba.Aquella mujer un día se fue de su lado y la sed de su esperanza también decidió marcharse siguiendo su visión mientras el eco de sus sueños se le perdía en la lejanía.

El poeta Andrés Eloy en su poesía deja ver que la quietud era falsa mientras reposaba y que su cerebro veía el doloroso color de sus ojos ciegos.Mientras que el chileno Pablo Neruda en su poesía “Para que tú me oigas”, nos dice que sus palabras son como huellas de gaviotas en la playa que se adelgazan para que ella lo oiga mientras el collar y el cascabel borracho, los consideraba que eran suaves para las manos de su inspiradora. Las palabras del poeta eran lejanas, pero las consideraba que eran solamente de ella; y sentía que iban trepando en su viejo dolor como si fueran yedras. Las paredes por las cuales trepaban, eran húmedas y por la culpa de ese juego, él consideraba que era sangriento.

Luego sentía que huían de su guarida oscura, pero era ella que todo lo llenaba en él. Más adelante el poeta Neruda, como presumiendo que su compañera lo abandonaría definitivamente, le pide desesperadamente que lo ame, que no lo abandone, que lo siga en esa “ola de angustia”.Por su parte la poeta colombiana Fabiola Mesa Buitrago, en su soneto “Te amo”, se expresa con gran intensidad respecto al amor como si fuera ese día el último de su vida para amar. Ella le demuestra a su pareja que su amor es tan grande, tan ardiente como aquellos amores que dejan una herida que no se cierra fácilmente.

Ella siente que el hombre de su vida está tan dentro de su cuerpo, que su ilusión siempre ha sido amarlo, verlo feliz y que él ha sido el sueño de su mente. La poeta Fabiola vierte todo su sentimiento de amor que no deja en la oscuridad las palabras que le salen del alma para el hombre a quien ama. Es tanto así que desea ser la yedra que se agarre a su pecho, el tronco florido para darle la sombra necesaria que requieran sus pasos cansados y ser ese punto que nadie le ha tocado.Son tan grandes los sentimientos que nacen de ella para su amado que desea fundir sus ansias en lo más profundo de su amor, desea fundirlo como se funde la luz en el océano o en el místico regazo del mundo. Esas son las palabras de tres poetas: Un venezolano, un chileno y una colombiana. T

odas esas palabras tal vez nunca se las dijeron al ser de quien se estuvo enamorada o enamorado, y quizás estuvieron por tiempo engavetadas para luego ser plasmadas en la blancura de la hoja del papel sacada de la quietud del árbol que fue cortado.Yo siento a la poesía como el ave, no se puede tener encerrada. Hay que liberarla para que alce el vuelo y sea apreciada por otras manos, y puedan ver en ella el color de su plumaje que son sus estrofas y los versos su canto.Y para ti ¿qué es la poesía?

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