La otra cara de la moneda

Publicado
Viernes 21 de Mayo de 2010
AMALIO SOLANO

En un artículo publicado el día miércoles 5 de mayo de 2010, en “Nueva Prensa” de Guayana, titulado “Vivaldi en las cárceles”, escrito por Carolina Jaime Branger, me llamó la atención su título y comencé a leerlo. En este escrito se le defiende a Baduel, a Franklin Brito, a Oswaldo Álvarez Paz y a la jueza María Lourdes Afiuni, por sus actos cometidos y la culpa es del gobierno.

De todos ellos escogí el caso de la jueza María, a quien considero que es la otra cara de la moneda, esa cara que no se muestra hasta caer en la deshonestidad. Según Carolina este caso le dio la vuelta al mundo y ha recibido la condena de los cuerpos colegiados. No critico las vuelta que haya dado o las que pueda dar, pero que digan la verdad respecto a esta mujer que representando las leyes abusó de su poder.

Ella dejó a un lado su honestidad, por eso está junto con las mujeres a quien ella misma un día mandó a la cárcel por haber cometido un delito. Hasta aquí lo veo bien. Pues toda persona que comete algún desliz, tiene que pagar. Han habido casos de abogados y médicos que cometieron o cometen un delito como robo o mala praxis en sus pacientes y cuando los denuncian (con pruebas en la mano), enseguida sale el Colegio que los representan a defenderlos, porque no pueden estar de boca en boca, no pueden salir en los periódicos ya que es una raya que los marca. Pero el que no tiene que lo defienda, a ese sí lo ponen al escarnio público. Gracias a Dios, los tiempos están cambiando.

Carolina se preguntó en qué nos han convertido al país. Sinceramente esa pregunta tiene su respuesta en todo el territorio. Que vea ella con sus propios ojos todo lo que ha hecho el gobierno para sacar a delante a este país y el cambio que ha tenido durante estos once años de revolución. También señaló que siente que no pertenece a este país donde hay tanta corrupción, tanta mediocridad, tanta hipocresía e inseguridad. Sinceramente Carolina, ¿no entiendo que haces viviendo aquí? Si tú sientes que no perteneces a esta tierra que te vio nacer, una de las personas que ha contribuido a que te sientas así es la jueza María Lourdes Afiuni y todas esas personas a quien en tu artículo tú defiendes.

Ahora señora, ¿por qué usted no se va a otro país donde no existan nada de esas cosas que la hacen sentir mal y que usted siente que no la hacen pertenecer a esta hermosa patria? ¿Qué ha hecho usted para contribuir a que esto no suceda? No creo otra cosa Carolina que sólo criticar al gobierno. Usted debería estar viviendo fuera de Venezuela, porque aquí hay tanta mediocridad, tanta hipocresía, corrupción e inseguridad. Usted es una persona que tiene demasiada educación para estar rodeada de “los patas en el suelo” que viven y defienden éste país que la vio nacer.

Mírese en el espejo de la llamada Cuarta República, ¿Usted cree que en ese cristal no había nada de las cosas que hoy la hacen sentir mal? Por otra parte usted dijo que los pensamientos la impulsaron a buscar razones que le digan que sí debe quedarse. ¿Y entonces señora? Se da cuenta que no es como lo dijo. Yo creo que si encuentras las razones para quedarse de todas maneras usted debe irse, porque este es un país en el que usted ya no puede vivir por todo lo que ha dicho. Aquí “no hay libertad de expresión”, a usted no la dejan defender a la jueza y a personas como ella. Tampoco la dejan dormir al pensar que va amanecer con los ojos cerrados para siempre.

Carolina, me imagino los trasnochos en tus ojeras en medio de la madrugada. Sería bueno que explique porqué la jueza María Lourdes está presa, dilo con claridad y objetividad. Tú sientes en tu piel que ella está presa con mujeres que un día cualquiera sentenció a prisión por drogas y asesinatos. Bien, esas mujeres están pagando. ¿Y por qué la jueza no puede pagar? ¿Te da pena porque está al lado de ellas? ¿Te das cuenta que los intelectuales y “patas en el suelo” en la misma celda son iguales? Cuando dijiste que la jueza recobró las esperanzas al haber escuchado música de Vivaldi con la Orquesta Penitenciaria, yo sentí mucha alegría. ¿Sabes por qué?, porque creo Carolina que esas mujeres y esos hombres que cometieron sus delitos, también han recobrado sus esperanzas y no sólo con la música de Vivaldi, sino con la nuestra que es muy variada y suena demasiada bonita con esa orquesta.

Nuestra música hace que todos los presos recobren esperanzas. La jueza María Lourdes Afiuni es la otra cara de la moneda, esa que nunca viste y ella ahora la mostró y tú no quieres ver. Tú nunca entraste en su corazón para que supieras hasta donde llegaba su honestidad. Seguro estoy que nunca tuviste la oportunidad de entrar a su casa y sólo la viste desde la acera del frente. Ahora que cometió un delito, tú la defiendes porque crees que mirar el frente de su casa es ver hacia dentro. Está bien que la defiendas, así como a los otros, pero explica porqué la jueza está presa., di por qué Álvarez Paz estuvo preso y ahora tiene que presentarse cada quince días. Di por qué el gobierno no dejó morir a Franklín Brito, aunque hay quienes sostienen que lo que hizo fue secuestrarlo.

Tú sabes bien lo que ellos hicieron, cayeron en el terreno fangoso. Y tú Carolina al tratar de endiosarlos en tu artículo, el barro cual sombra en la playa te cubrió la cara.