viernes, 18 de junio de 2010

Kerepakupai-Merú

Publicado
22/01/2010

AMALIO (MAYITO) SOLANO

Nombre indígena dado al salto que mide 980 metros con 807 de caída libre. El Kerepakupai-Merú genera una hermosa caída de agua blanca, parecido a una larga cabellera de una anciana que deja ver su blanco pelo sobre su espalda. Está ubicado en el Auyantepuy que se encuentra en el Parque Nacional Canaima, en el estado Bolívar, y fue conocido por muchos años como el Churun Merú. Luego le cambiaron el nombre por el de Salto Ángel.

Desde que el presidente Chávez en su “Aló Presidente” dominical No.307, decidió que había que cambiarle el nombre por el de Kerepakupai- Merú, se ha generado una serie de comentarios en contra de la decisión.Este salto fue visto en primer lugar por los indígenas nativos de la región, luego en 1910 por el maracucho Ernesto Sánchez La Cruz, teniente retirado de nuestras Fuerzas Armadas, como se le conocía para aquel entonces.

Fue él quien lo dio a conocer en una revista que circuló en Maracaibo ese mismo año.Dijo Ernesto entre otras cosas que: “…de pronto, cuando se disipó la espesa neblina y brilló el sol, pudimos ver, asombrados, cómo desde las alturas del macizo rocoso, como si saliera de las nubes, se desprendía un caudal de agua parecido a una larga cabellera hacia el fondo del abismo. Parecía un río que corría verticalmente”. Y continuando con su relato contó que lo vieron durante quince minutos. Ernesto estaba acompañado por otras personas que también pudieron apreciar la majestuosa caída de agua cuando las nubes se lo permitieron.

Fue un espectáculo impresionante que los dejó esperando a que las nubes pasaran para volverlo a ver, pero fue imposible.“No podré olvidar jamás lo que mis ojos vieron, ojalá pudiera volver por allá para extasiarme de nuevo”. Palabras del militar, 27 años antes de que Jimmy Ángel, su esposa María y el capitán Félix Cardona Puig, de la Armada venezolana que lo acompañaba, pudieran verlo en 1933. Por equivocación hicieron el aterrizaje en lo fangoso de la planicie del Auyantepuy, y allí quedó la avioneta bimotor Flamingo accidentada.En el 2003 escribí un artículo el cual publiqué en “Nueva Prensa” de Guayana, titulado ¿Por qué Salto Ángel?

Allí expuse mis razones por las que no estaba de acuerdo con ese nombre, pero sí con el de Churun Merú como le decían.Por eso apoyo al comandante Chávez cuando ha decido devolverle su nombre original de KerepaKupai-Merú al salto, reivindicando así a nuestros hermanos indígenas. Hoy sabemos que el Churun Merú es un salto pequeño de 400 metros.El 24 de noviembre de 1989 Miguel Ferrer Rivas, escribió en la página cultural del Correo del Caroní en contra de ese nombre y lo tituló “El Churun Merú”. Al siguiente año Homero Oquendo, un venezolano conocedor de esas rutas aéreas de Guayana, y quien sobrevoló muchas veces por ese lugar, publicó un artículo titulado “Jimmy Ángel, el gran impostor”.

Esa caída de agua libre que el viento acaricia allá en la altura con tanta delicadeza, tiene que llamarse tal cual lo llamaron los indígenas. Hay que respetarle su decisión ahora que nuestra Constitución Bolivariana los ampara y les reconoce sus derechos.Hay escritores que opinan que es un atropello cambiarle el nombre. Pero, ¿no fue un atropello permitir que le quitaran el nombre que le dieron los indígenas? ¿O es que no merecen los indígenas que se les respeten?Jimmy Ángel no fue un aventurero, él fue un ambicioso que buscaba llenarse los bolsillos atraído por nuestra riqueza. Él andaba en busca de El Dorado.

Ahora la sobrina de él, Karen Ángel está muy triste porque le devolvieron el nombre original puesto por los Pemones al salto. Bueno, se irá a quedar con su tristeza. Ella dijo que su tío amaba a Venezuela. Claro, ¿quién no ama a un país con tanta riqueza natural? Y un extranjero ambicioso como lo fue él, no podía decir que odiaba a esta tierra. Entiendo que no es fácil dejar de decirle “Salto Ángel”, pero se le debe llamar por su nombre original KerepaKupai-Merú.

No hay comentarios:

Publicar un comentario