domingo, 20 de junio de 2010

FLOR DE ATARDECER

Autor: Amalio (Mayito) Solano
Dedicado a ese personaje tan querido
de Irapa como es Ingracia.

Hoy la miré andar por las calles del pueblo.
Llevaba sus bolsas a cuesta y en su cabeza
la nieve de los años en su ya cortado pelo.
Mis ojos la miraban y en su lerdo caminar
parecía contar los pasos que iban quedando atrás.

Por la Mariño se detuvo y sentándose a descansar
yo la contemplaba y ella, ella sin mirar atrás.
Y allí, sentada en la acera, de su bolsa negra sacó
un pedazo de pan y su hambre la mujer sació.

¡Cómo se lo comía! La ví desesperada.
Y no pude contener mis lágrimas que en la tierra caían.

No las pude contener y la pobre mujer
frente a la plaza,
elevaba sus plegarias al cielo.
¡Dios mío, cómo rezaba!

Y yo, pensando en sus años juveniles
la ví hermosa caminando por las calles;
la ví tan bella como era, y hoy es una flor de atardecer
que lleva la piel marcada por los años vividos.

Luego escuché su canto como un trinar de pajaritos
y pude ver su rostro alegre como risa de niño.
Y mientras el viento coqueteaba con su larga cabellera,
ella caminaba y en su rítmico andar, todos la miraban.

Hoy la vemos casi besando la tierra,
porque lleva en su espalda los años que le pesan.

Es “Ingracia” para unos, para otros “Gacha”.
A quien un mancebo no se quien
queriendo tenerla un día, le dijo con frialdad:
“Tú tendrás que ser mía por sobre todas las cosas”.

Fueron pasando los días y el amor, el amor
no se concretaba,
porque a ella no le gustaba la actitud de aquel muchacho.

Pero llegó el momento y de otro se enamoró la doncella.
Y el mancebo le juró con palabras amenazantes:
“Si no serás para mí, tampoco serás su amante”.

Y se cumplieron sus palabras. Loca la volvieron.
Es por eso que vemos por las calles deambulando
a esa mujer que en el pasado sonriendo la veían.

Hoy pienso que cuando ella ya no esté,
se sentirá la tristeza en las calles, las plazas, los bancos,
las aceras y el mercado donde solía dormir.

Sentirán su ausencia quienes la conocieron y llorarán….
también la mañana y el rocío llorarán
cuando sepan que “Gacha” con nosotros ya no está.



21/08/2009

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